• Distintos formatos en la evolución de las raquetas (Jeu de Paume, Royal Tennis, etcétera).
En el Siglo XVI y hasta mediados del Siglo XVIII ya se comenzaron a utilizar las primeras raquetas (evolución del “jeu de paume”, juego con la mano, y luego con guantes), de varias formas y tamaños. Cerca de 1750 se vieron marcos similares a los actuales, con cabeza ladeada, encordados con una tripa gruesa y un mango más largo que los originales. Esa forma permitía al jugador “rescatar” pelotas de los rincones ya que las paredes y el piso eran considerados parte de la cancha.
En “La muerte de Hyacinth”, del artista italiano Giambattista (Giovanni Battista) Tiepolo (1696-1770), un óleo estilo rococó sobre lienzo pintado en 1753, se observa en el piso una pintoresca raqueta de tenis junto a un porción de red colgando y tres pelotas, contundente certificado de que por entonces ya se conocían esos elementos.
El pintor utilizó una cancha de tenis, sobre baldosas, para inmortalizar el momento en la obra que le encargó el alemán Wilhelm Friedrich Schaumburg-Lippe en 1752. Wilhelm era un excelente jugador de tenis. La pintura puede considerarse un elogio a la popularidad del juego en la segunda mitad del Siglo XVI y muestra el sufrimiento de Jacinto, tal vez producto del golpe de una pelota enviada por Apolo, su amante. En la mitología griega, sin embargo, la muerte de Jacinto se atribuye a un golpe de un disco lanzado por Apolo, quien quiso impresionar y demostrar su poder lanzándolo con todas sus fuerzas. Se encuentra en el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid.
Las primeras raquetas comenzaron a fabricarse con maderas de fresno. Para los marcos, los trozos de tronco destinados a tal fin se tomaban de los primeros cortes efectuados por arriba de la raíz. Los árboles preferidos eran los de diez años de edad como mínimo. Una vez divididos, los trozos eran hervidos en una caldera de cobre durante una hora, por lo menos. Después se moldeaban y se les practicaba los agujeros por donde se pasaban los cordeles. Una operación muy especial esperaba luego al “instrumento”: se lo sometía a la acción del humo de aserrín de encina dentro de un horno apropiado, con lo cual se obtenía una coloración clara.
• Libro con menciones del Ludus Pilae, un juego romano. Una de las tantas obras que manifiestan la existencia de raquetas y pelotas de tenis: “La muerte de Hyacinth”.
Los formatos variaron casi de manera vertiginosa. Además del comentado, se fabricaron raquetas de distinto tipo como de triángulo invertido, con la cabeza plana (flat-top) entre 1880 y 1890, y fusión entre el triángulo y el óvalo (transitional flat-top) entre 1890 y 1900, entre otras.
En cuanto al corazón de los marcos, se denominaron “concave wedge”, encontrado en todas las épocas, “convex wedge”, desde la primera hora hasta 1920 aproximadamente, “wavy wedge”, exclusividad de la firma Geo G. Bussey & Co., entre 1900 y 1908, el “open throat”, a fines de los años veinyr, el “three branch”, visto en la famosa Hazells Streamline de 1937 (que inmortalizó el británico Bunny Austin), fabricada por F. W. Donisthorpe, y también en la le coq sportif de 1981 que utilizó el francés Yannick Noah, entre otras.
La primera raqueta metálica fue construida en 1887 por la empresa Metallic Racquet Corporation, en los Estados Unidos.
Pasaron varios años hasta que otra marca salió al mercado, en 1918, denominada Courtland, de Hobbies of Dereham, en Horfolk, Virginia, Estados Unidos. Como detalle, tenía un tornillo en su corazón para maniobrar la tensión del encordado, ¡también metálico! En 1920 se lanzó la Birmal, de la empresa Birmingham Aluminium Casting Ltd., con un refuerzo de hierro en su corazón. En 1925 se conoció otra estadounidense, la Dayton, con mango ovalado de madera y marco y encordado metálico, elaborada por Dayton Racquet Co. en Ohio, Estados Unidos.
Slazenger fue una de las primeras marcas en comercializar raquetas en gran escala, fundada en 1877 por los hermanos Albert, Horatio y Ralf Slazenger. Los primeros modelos fueron: “Slazenger”, “Slazenger & Sons” y “Slazengers” (con “s” al final, luego derogada), fabricados por Laurence Puntney Hill en Londres, y dos de las más rutilantes fueron la “Challenge Power” y la “Nº 1”.
Se sumó Dunlop, con su modelo más vendido, “Maxply”, en las variantes Fort y Tournament, creada por John Boyd Dunlop desde su fábrica “Dunlop Rubber Company Ltd.”, que luego de vender neumáticos de bicicleta desarrolló una raqueta en 1917 y la “Maxply” a partir de 1931 con una longeva venta hasta 1981.
Y por supuesto la firma Spalding, creada por Albert Goodwill Spalding, un jugador estadounidense de béisbol que ganó más de 240 partidos entre 1871 y 1875 con los Boston Red Stocking y el Chicago White. A partir de 1890 lanzó productos de tenis y luego el modelo “Top-Flite”, de gran predicamento en el más alto nivel. El tenista argentino Enrique Morea utilizó la “Pancho Gonzales” en la mayor parte de su carrera. Para los amantes de estas historias, en Internet se encuentran datos increíbles. Se recomienda, en especial, a www.raqueta.net, una muestra de las colecciones de Emili Bosch y el Dr. Jaume Busoms.
La evolución tecnológica y el uso de nuevos materiales han apartado a la raqueta de la primitiva madera -tal vez la mutación esencial en toda su existencia- al utilizar en su composición el duraluminio, el grafito, la fibra de vidrio, el kevlar, el acero, etcétera.
• Empuñaduras Fantail, que se encuentran en raquetas de principios de siglo XX. Foto de www.raqueta.net
Empuñaduras increíbles
Es muy curiosa la variación de las empuñaduras:
-“Fishtail” o cola de pez, se dice que fue concebida con criterio estético entre 1888 y 1925.
-“Fantail” se ve en algunos modelos de principios del Siglo XX, entre 1900 y 1930.
-“Bulbous”, con forma de bulbo, se observó en muchas marcas entre 1900 y 1925.
-“Rounded”, redondeada, entre 1870 y 1900.
-“Cork”, de corcho, entre 1880 y 1900.
-“Quadrada” entre 1900 y 1920.
-“Regular”, más conocida como octogonal y clásica, entre 1872 y 1935.
-“Regular deep grooves”, similar a la anterior pero con hendiduras, entre 1895 y 1933.
-“Taper”, con una terminación más fina, entre 1900 y 1925.
-“Creckered”, grabada en intersección diagonal, entre 1900 y 1930.
-“Embossed depressions”, punteada, entre 1925 y 1932.
-“Hammer tail”, tipo martillo, vista en raquetas de 1895.
-“Fantail cuadrada”, de la que existen muy pocos ejemplares, etcétera.
La tripa, la gran aliada original
Las modificaciones a los marcos incluyeron también un cambio en los encordados. Resultó crucial cuando en la primitiva raqueta de madera se aplicó uno uniforme y simétrico a raíz de una sugerencia e iniciativa del cirujano inglés Barón Joseph Lister (1827-1912). La historia no solo lo registra como el célebre defensor y propagador de la antisepsia quirúrgica (1865), sino también como aficionado al tenis.
En 1868 aconsejó la utilización de las ligaduras de origen animal (filamentos realizados con láminas de membrana de serosa intestinal extraídas de gatos y denominadas “catgut”) como hilo de sutura en la cirugía. Eran muy resistentes y eso lo llevó a probarlo en sus raquetas y el resultado fue favorable en todo sentido, al ser adoptado por los seguidores de este deporte hasta nuestros días, popularmente conocidas como tripa.
El encordado constaba, en general, de 18 cordeles en forma vertical mientras que los transversales sumaban 32. Este sistema de entrecruzamiento había tenido una variante hacia 1857, cuando fueron suprimidos los nudos de los cordeles y su consiguiente acción aseguradora por la forma tejida empleada después, haciendo que cada cuerda vertical u horizontal pasase de manera alternada por encima y por debajo de las que cruzaba. El experto en raquetas de hoy no se verá sorprendido por esta descripción, ya que forma parte de la historia que incluye la pertinente evolución. También es consciente que en la actualidad la tripa de animal tiende a ser sustituida, no en forma total -hay contados jugadores que la prefieren y pueden pagar su alto costo o lo hacen bajo auspicios de sus fabricantes-, por los materiales más resistentes a las condiciones y cambios climáticos.
Se han usado cuerdas de nylon en el logro de dureza y durabilidad, de fibra sintética, es decir, de fibras flexibles pero de consistencia dura (durabilidad) y factibles de tensar, como los monofilamentos de altísimo nivel tecnológico.
La Federación Internacional de Tenis ha prohibido la utilización de raquetas de doble encordado y de cualquier otro tipo que tenga alguna protuberancia o dispositivo en su superficie. Esta disposición tiene relación con una anomalía vivida en la historia del tenis que se desarrolla aquí: “La raqueta spaghetti” y que tuvo su punto final en 1977.