Los servicios más veloces del circuito masculino: de Tilden a Groth
#180. Siempre se habló del infernal servicio del estadounidense Roscoe Tanner, pero gracias a los avances en los materiales, su marca quedó muy lejos
El alemán Samuel Groth posa junto a su obra, conseguida en el challenger de Busan, en Corea del Sur, en 2012: consiguió un servicio a 263,4 km/h.
Artículo #180
Por Eduardo Puppo
De los emblemáticos 225,3 de Tanner, al rayo del alemán Samuel Groth
Mucho se habló sobre los devastadores saques dentro del profesionalismo, alcanzando velocidades imposibles de devolver. Hasta se especuló con suprimir uno de los dos intentos, en subir la red, en achicar el rectángulo de recepción y otras ideas que no prosperaron y que pretendían mejorar el espectáculo y fomentar los peloteos.
La historia no es nueva: varios campeones del pasado ya causaban estragos con su servicio. El británico Mike Sangster, integrante del equipo de Copa Davis, fijó en 1963 un registro estimado en 248 km/h (154 millas), marca que superó las de los estadounidenses Ellsworth Vines (244) y William “Bill” Tilden (240, aunque en algunos medios se publica que logró algunos a 263).
Todo, de manera referencial, por no contar con los elementos técnicos adecuados para la medición exacta. Estas cualidades ya se habían admirado con anterioridad, pero no se pudieron documentar: los saques del zurdo australiano Norman Brookes, entre 1907 y 1914, y del pelirrojo californiano Maurice McLoughlin, servicios apodados por ello “cannon ball” o pelota de cañón.
Podría inferirse que ya superaban los 200 kilómetros por hora.
Desde 1990, año en que la ATP los comenzó a controlar mediante un radar electrónico, siempre resulta curioso indagar a qué velocidad sirven los mejores del mundo. Y para eso se confeccionan los rankings anuales, aunque con una salvedad: no en todos los torneos se utiliza el sistema de medición, por lo que es imposible afirmar que no existieron otros saques tanto o más veloces que los registrados oficialmente.
El estadounidense John Isner posee el servicio más veloz dentro del circuito ATP y Copa Davis.
Consideraciones técnicas
Por otro lado, para comparar la velocidad de los servicios con justicia, debería hacerse en un mismo nivel de condiciones. Y eso resulta imposible. Hay cuestiones científicas que escapan al dominio de un tenista en el momento de efectuar un saque.
Sería muy extenso desarrollar los estudios vigentes en la materia, pero es interesante conocer algunas de las variables, extraídas de diferentes libros sobre la materia: las pelotas de tenis, por ejemplo, viajan más velozmente donde el aire es menos denso, pues la resistencia que ofrece al paso de la pelota es menor –a mayor densidad, mayor fuerza de fricción–, como en la ciudades por encima del nivel del mar.
Si cerca del lugar de juego se está generando una tormenta, la presión puede caer y, por lo tanto,también la densidad del aire haciendo variar las condiciones casi constantemente.
El tipo de pelota elegido también es crucial a la hora de establecer paralelos, como más o menos pesadas, tipo de fieltro, tamaño, etc. Existen ecuaciones “diferenciales no lineales” que pueden explicar muchas cosas (utilizando elementos como la fuerza de gravedad, masa, aceleración),aunque los factores elementales en un servicio son la velocidad inicial, el ángulo de salida y la resistencia del aire según enumeran los estudiosos del tema.
Si los dos primeros factores son idénticos –tomando un partido en países distintos– el que incide en qué velocidad tomara la pelota depende de una cuestión meteorológica, como la densidad del aire. Aquí se complica la explicación porque entra en acción el número de “Reynolds” del aire (determinado en un fluido donde también cuenta su densidad y viscosidad), algo que obviamente no analizaremos.
Más complicaciones:
1) El efecto que se aplique a la pelota para que ésta gire sobre su propio eje hará que se sustente más o menos en el aire durante su trayectoria;
2) La composición y diseño de la raqueta (rigidez, peso) que lleva a muchos tenistas a colocar sobrecarga en la cabeza para aumentar su masa y mejorar el servicio, más allá de perder balance y sensibilidad;
3) El tipo de encordado es vital, dependiendo de su tensión y elasticidad (capacidad del encordado para estirarse y retomar su estado original); básicamente, a menor tensión mayor potencia y a mayor tensión más control;
4) Correcta utilización del cuerpo durante el servicio y la técnica de ejecución como el lanzamiento de la pelota, que influyen en el resultado final.
Cuando se habló de reducir la velocidad de los saques –sin tener en cuenta la habilidad de cada jugador para lograrlo, una virtud tan apreciable como el resto del juego–, se sucedieron las controversias y salieron al ruedo los defensores de la tradición: el tenis es así y no hay por qué cambiarlo.
Claro que muchas veces poder devolver o no un saque muy rápido depende de la superficie de la cancha: como indefectiblemente debe picar, la única posibilidad de influenciar sobre él es reducir la velocidad luego del impacto y aumentar el ángulo de salida en el pique. Esto se consigue en canchas más lentas como el polvo de ladrillo o con pelotas más pesadas o grandes que lo normal, aunque dentro de los límites permitidos por la Federación Internacional de Tenis (según las reglas deben estar comprendidas entre los 58.5 y 56.7 gramos, con un diámetro entre los 65.41 y 68.58 mm).
O sea, cuanto más pequeñas, más rápido volarán.
Por último, una anécdota surgida tras la investigación realizada por la revista estadounidense Tennis Magazine en 1997: abordaron un experimento junto al jugador australiano Mark Philippoussis, desafiándolo a realizar su primer saque –uno de los mejores de la historia– con tres raquetas distintas.
Primero utilizó la suya, de 27 pulgadas de longitud, luego una de 29 o “extra large”, y finalmente el archiconocido modelo Dunlop Maxply, de madera.
El resultado fue asombroso en cuenta a la velocidad: prácticamente no existió diferencia.
Sacó a 127 millas por hora (204.3 km/h) con las dos primeras, y a 124 (199.55 km/h) con la antigua. La conclusión que sacaron fue clara: los saques potentes no dependen de la raqueta sino de la condición física y técnica de quien la utilice.
El estadounidense Roscoe Tanner se destacó por la violencia de su primer servicio, catalogado como el más veloz en su época.
Los grandes saques del pasado (mediciones no oficiales)
Mike Sangster (GBR) 248 km/h
Ellsworth Vines (EE. UU.) 244 km/h
William “Bill” Tilden (EE. UU.) 240 km/h (263 según algunos registros)
Gerald Patterson (AUS) 190/250 km/h (según estimaciones de época)
Colin Dibley (AUS) 238 km/h
Vladimir Zednick (CZE) 231 km/h
Roscoe Tanner (EE. UU.) 225,3 km/h (marca que luego superó)
John Newcombe (AUS) 212 km/h(Mediciones no oficiales)
Los más veloces (oficiales)
En esta lista se publican los que se rastrearon por diversos medios y puede estar incompleta debido a que no en todos los torneos se mide oficialmente la velocidad.
1-Samuel Groth (AUS) - 263,4 - Challenger Busan, Corea del Sur 2012
2-Albano Olivetti (FRA) - 257,5 - Challenger Bérgamo, Italia 2012
3-Samuel Groth (AUS) - 255,7 - Challenger Busán, Corea del Sur 2012
4-Samuel Groth (AUS) - 253,5 - Challenger Busán, Corea del Sur 2012
5-John Isner (EE. UU.) – 253 – Copa Davis 2016 vs. Australia
6-Alejandro Davidovich Fokina (ESP) – 252 – Roma 2022
7-Ivo Karlovic (CRO) - 251 - Copa Davis vs. Alemania 2011
7-Jerzy Janowicz (POL) - 251 - Szczecin Open 2012
9-Milos Raonic (CAN) – 249,9 – San Jose 2012
9-Andy Roddick (EE. UU.) 249,4 - Copa Davis vs. Belarús 2004
10-Chris Guccione (AUS) – 248 – Copa Davis 2006
11-Roscoe Tanner (EE. UU.) – 246,2 - Palm Springs 1978
11-Giovanni Mpetshi Perricard (FRA) – 246,2 – Wimbledon 2025
13-Joachim Johansson (SUE) - 245 - Copa Davis 2004
14-Feliciano López (ESP) – 244,6 - Queen’s 2014
14-Ryan Harrison (EE. UU.) – 244,6 – Cincinnati 2013
16-Marius Copil (RUM) - 244 - Abierto Australia 2015
17-Oscar Otte (ALE) – 243 – US Open 2021
18-John Isner (EE. UU.) - 241,2 - Cincinnati 2011
19-Taylor Dent (EE. UU.) - 241,1 - Rotterdam 2006
19-Hubert Hurkacz (POL) - 241,1 - Wroclaw Open Polonia 2015
21-Ernests Gulbis (LAT) - 240,3 - St. Petersburg 2007
22-Juan Martín Del Potro (ARG) – 240 – Estocolmo 2017
23-Greg Rusedski (GBR) - 239,7 - Indian Wells 1998
24-Giovanni Mpetshi Perricard (FRA) – 239 – Wimbledon 2025
25-Dmitry Tursunov (RUS) 237 - Copa Davis 2006
25-Jo-Wilfried Tsonga (FRA) - 237 - Canadá 2014
25-Bernabé Zapata Miralles (ESP) – 237 – Qualy Montecarlo 2022
28-Reilly Opelka (EE. UU.) – 236,9 – US Open 2021
28-Ivo Karlovic (CRO) - 236,6 - Las Vegas 2006
30-Alexander Zverev (ALE) – 236 – Indian Wells 2021
31-Gael Monfils (FRA) - 235 - Washington 2007
31-Dusam Vemic (SRB) - 235 - Los Angeles 2008
31-Matteo Berrettini (ITA) – 235 – Madrid 2021
34-Ivan Ljubicic (CRO) - 233,4 - Indian Wells 2007
35-Jo-Wilfried Tsonga (FRA) - 232 - París 2004
35-Fernando Verdasco (ESP) - 232 - Roland Garros 2009
37-Mardy Fish (EE. UU.) - 231,7 - Indian Wells 2007
Datos a julio 2025
El francés Giovanni Mpetshi Perricard se ubicó entre los mejores de la historia al servir a 246,2 en Wimbledon 2025.
Otros argentinos
Alberto Mancini - 206 - Estocolmo y Roma 1992
Javier Frana - 206 - Indianapolis 1996
Gastón Etlis - 191 - Abierto Australia 1996
Franco Squillari - 204.3 - Scottsdale 1999
Mariano Puerta - 199.5 - Scottsdale 1999
Martín Rodríguez - 199.5 - Atlanta 1999
David Nalbandian - 215.6 - Scottsdale 2003
Franco Squillari - 200 - Adelaida 2003
Juan Mónaco - 210.8 - US Open 2004
Agustín Calleri - 215.6 - Acapulco 2005
Mariano Zabaleta - 212.4 - Miami 2005
Edgardo Massa - 207.6 - Acapulco 2005
Guillermo Coria - 206 - Miami 2005
Gastón Gaudio - 205 - Roland Garros 2005
Mariano Puerta - 205 - Roland Garros 2005
José Acasuso - 220.4 - US Open 2006
Juan Ignacio Chela - 212.4 - US Open 2006
Guillermo Cañas - 214 - Indian Wells 2007
Martín Vassallo Argüello - 214 - Miami 2007
Carlos Berlocq - 209 - Estocolmo 2007
Etc.
© Copyright 2025 Eduardo Puppo - Prohibida su reproducción
Fotos: sitio oficial Wimbledon / Momento Deportivo España / The Sun
gracias un abrazo!!!!
Eduardo, gracias por el hermoso articulo de investigación.
Siempre pienso que en el fondo es el tiempo de reacción lo que importa. Si la bola viene a 200km/h, el que recibe tiene 0.3seg (max) para ver, procesar y reaccionar, y otros 0.3seg para llevar el brazo atrás e impactar la bola.
Todo en 0.6seg!