• El juez de línea en el piso. Observan dos juniors: el sueco Stefan Edberg (mano en la cintura) y el australiano Simon Youl.
El último Major de la temporada 1983 se esperaba con cierta expectativa para los argentinos, al observar la posición mundial de sus máximas figuras que les permitió partir como preclasificados: el mejor en el ranking de la ATP era Guillermo Vilas (6º favorito), seguido de José Luis Clerc (8º), si bien sus lugares se trastocaron al finalizar el año.
Ellos llegaron a Nueva York con la idea de presentarle batalla a los tres primeros: John McEnroe, Ivan Lendl y Jimmy Connors pero no pudieron pasarla peor. Primero fue eliminado Clerc, en el debut, por el local Tim Wilkison por 6-2, 6-3 y 7-6. Después, Vilas pasó fácil la primera rueda (al sudafricano Eddie Edwards, que venía de la clasificación, por 6-2, 6-2 y 6-2), con susto la segunda (al local Tom Cain 6-7, 6-3, 6-3, 2-6 y 6-2) y se despidió en la tercera, contra otro estadounidense, el joven Greg Holmes, por 6-2, 6-2 y 6-3, con el zurdo plagado de ampollas en sus dedos.
La atención se centró entonces en el número uno del mundo, Supermac, el candidato de todos, pero algo sucedió entre sus aspiraciones y el título: su compatriota Bill Scanlon, decimosexto en el seeding, lo venció en octavos de final por 7-6, 7-6, 4-6 y 6-3. El sendero quedó limpio para Lendl y Connors quienes, en efecto, arribaron al último domingo.
• La fatídica noticia recorrió el mundo mediático deportivo.
Esta introducción es para poner en contexto el tema principal: el torneo juvenil. Fuera del panorama profesional ofrecía un menú de excepción, con promesas ya con un pie en el campo rentado. Dos de ellos se destacaban claramente en la previa: el sueco Stefan Edberg y el australiano Simon Youl. El primero venía con antecedentes excluyentes, pues había ganado los tres anteriores grandes torneos de la categoría Major: Australia, Roland Garros y Wimbledon. Todo indicaba que podía obtener el preciado Grand Slam real, con los cuatro títulos en el mismo año calendario.
• La pose antes de la final entre los juveniles Simon Youl y Stefan Edberg.
El correcto escandinavo había dado un severo aviso de su nivel en el main draw pro, al caer en el encuentro inicial con el experimentado Aaron Krickstein por 6-3, 6-2, 3-6, 4-6 y 7-6 en la primera semana. Ya en la segunda, su match-play estaba en la cima de la ola y con la confianza al máximo. Como era de esperar, los dos favoritos llegaron hasta la definición, que se disputó en el Grandstand, la cancha aledaña al estadio central Louis Armstrong (todavía no existía el actual Arthur Ashe).
El encuentro se programó para el sábado 10 de septiembre por la tarde, antes de las semifinales entre Connors-Scanlon y Lendl-Jimmy Arias (quien había sorprendido al francés Yannick Noah, cuarto preclasificado, por 7-6, 4-6, 6-3, 1-6 y 7-5 en cuartos de final). Todo transcurrió de manera normal: peloteo, sorteo, foto en la red y partido. A Edberg ya le quedaba chico medirse con los de su categoría y por tal razón decidió -ese mismo año- pasar al campo profesional. En el inicio de la final Youl hizo lo que pudo, en especial durante el primer set, pero nada le alcanzaba para llegar a la altura del sueco, futuro número uno del mundo del circuito.
• Artículo de la revista francesa Voici del 12 de noviembre de 1990: "Porque Edberg nunca sonríe", titula, y hace referencia al accidente con el juez de línea en 1983.
En un momento de ese parcial Edberg sacó fuerte al medio y la pelota -que fue ace- hizo “patito” sobre la línea pintada: resbaló a gran velocidad y fue directo a la ingle del juez sentado en una silla plegable en el medio del court. Ese señor, el estadounidense Richard “Dick” Wertheim, de 60 años, acusó el golpe, se tomó los testículos con sus manos y cayó con todo su peso sobre el cemento, tirando la silla para un lado y sus gafas oscuras para el otro.
Su cráneo impactó de lleno contra la dura superficie y perdió el conocimiento. De inmediato fue asistido por los otros jueces de línea. Los jugadores se acercaron y observaron unos segundos, hasta que Edberg se fue consternado hacia su lado, pero antes se tomó la cabeza, la tapó con su toalla y se sentó en la silla del juez de red. Con seguridad, se sintió culpable en ese dramático momento, donde la fatalidad dijo presente.
El umpire determinó que el encuentro podía continuar, ya que a Wertheim lo habían trasladado en camilla hasta la ambulancia, para ser atendido en el Flushing Hospital and Medical Center de la zona de Queen's, donde le colocaron un respirador artificial. Edberg cerró el match con cierta dificultad, por 6-2 y 6-4, y conquistó el Abierto de los Estados Unidos para redondear el mencionado logro histórico e igualar al estadounidense Butch Buchholz, quien lo había logrado en 1958.
El parte de Donald Rodda, portavoz del servicio médico de Flushing Meadows, indicó que el juez permanecía internado en el nosocomio más cercano al predio. Todo indicaba que se repondría de aquel golpe con mala suerte. Por esa razón, la función continuó y el sueco se trasladó a la pista central, minutos antes de comenzar el match Connors-Scanlon, para la ceremonia de premiación de los junior: recibió el plato de campeón con una nerviosa y apagada sonrisa, por más que en su interior corría el escalofrío de la incertidumbre por la suerte del hombre “derribado” por su misil apenas una hora antes.
El US Open 1983 terminó en tiempo y forma. En las semifinales pro Connors le ganó a Scanlon 6-2, 6-3 y 6-2 y Lendl a Arias 6-2, 7-6 y 6-1. Entre las damas, Martina Navratilova superó a Chris Evert esa misma jornada, por el título. Y en la siguiente, Connors derrotó a Lendl por 6-3, 6-7, 7-5 y 6-0.
Lo peor, la noticia nefasta, llegó seis días más tarde, el jueves 15 de septiembre: desde el mismo hospital donde quedó a resguardo Wertheim (nacido en Lexington, Massachusetts, en 1923), partió el comunicado que informó su fallecimiento por un derrame cerebral. Fue el primer caso de la historia y único hasta el presente.
Tiempo después, la familia de Wertheim presentó una demanda en la Corte Suprema de Manhattan contra a la Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA) por 2.250.000 dólares. El abogado a cargo presentó cargos por “negligencia en la prestación de las precauciones de seguridad adecuadas para los árbitros”. Y agregó en su escrito: “Las pelotas de tenis que pegan los profesionales han registrado velocidades superiores a 160 kilómetros por hora”. Luego de una investigación, se determinó un 25% de culpa de la USTA lo que se tradujo en 165.000 dólares.
• El plato de campeón junior del US Open 1983 para Edberg.
El final de la historia tuvo cuatro consecuencias: una familia diezmada por la pérdida, la USTA con su aceptación de los cargos y el pago de la suma pautada a la cónyuge de la víctima, Edberg, inocente de todo cargo por tratarse de un accidente, con seguridad cargando esa dura imagen por el resto de su vida, y los jueces de línea de fondo comenzaron a controlar parados, nada de sillas, para tener mayor margen de reacción.
N. del A.: “Tengo un recuerdo distorsionado del accidente, incluso al estar sentado dentro de la cancha, en un banco de fotógrafo porque en esos años nos podíamos acreditar como periodista y reportero gráfico y yo cumplía ambas funciones en mi revista. Me quedó la imagen de un smash de Edberg, pero en todo lo que leí se dijo que fue un saque. Es posible. La foto del juez en el piso no es mía, es de Carlos Font, de la revista Tenis en Español, quien también estaba. Yo me anulé, observé toda la secuencia y no pude obturar o me olvidé frente a la situación. Revisé los contactos de fotos en blanco y negro que tengo y están Edberg y Youl en la red, antes de comenzar, y tomas de juego, nada más. Quedamos todos los presentes tocados emocionalmente, pero como a Wertheim lo llevaron a la ambulancia, pensábamos que había sido solo un golpe. Como tantos, me enteré a la semana del trágico desenlace”
–Eduardo Puppo
Grand Slam junior / Varones, singles
1958 - Earl “Butch” Buchholz (EEUU)
(parciales no disponibles)
1983 - Stefan Edberg (Suecia)
Australian Open a Simon Youl (AUS) 6-4 y 6-4
Roland Garros a Franck Fevrier (FRA) 6-4 y 7-6
Wimbledon a John Frawley (AUS) 6-3 y 7-6
US Open a Simon Youl (AUS) 6-2 y 6-4
* Puppo estuvo presente durante la final entre Edberg y Youl en Flushing Meadows 1983.
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Foto: Tenis en Español / EP:Press / Recortes periodísticos