1927: el soberbio tenis francés deslumbró en Buenos Aires
#118. Jugaron Jean Borotra, Jacques Brugnon y Christian Boussus
• Parte de la delegación francesa en unión con los representantes argentinos, antes de competir en un encuentro amistoso en el Buenos Aires Lawn Tennis Club: “América del Sur vs. Racing Club de París”.
Artículo #118
Por Eduardo Puppo*
Tras exitosas gestiones privadas, se concretó la vieja aspiración local de ver jugar en sus canchas a algunas de las primeras figuras del tenis mundial. Se produjo en un momento de auge del deporte de la raqueta, que por otra parte constituía casi una necesidad, por cuanto las últimas presentaciones argentinas en el exterior habían demostrado firmes progresos.
Resultó un hecho que marcó un valioso paso, ya que la presentación de tenistas de la valía de Jean Borotra, Jacques Brugnon y Christian Boussus significó un rico aporte para el afianzamiento del tenis en el país. La presencia de esos populares franceses invitados por el Buenos Aires Lawn Tennis Club representó una nota de gran repercusión para la época, y se sumó a la inauguración oficial del estadio “Tribuna Central” de la institución y a la coincidente temporada en la que se conmemoraba el 50º aniversario de la iniciación de la práctica del tenis e la Argentina bajo las reglas mundiales, en 1877.
Todo partió de la decisión de los dirigentes del BALTC, con el apoyo de la Asociación Argentina de Lawn Tennis (AALT). Por ese año, en 1927, apenas se recordaban las visitas de dos estrellas del tenis: Zenzo Shimidzu (japonés) y William “Bill” Johnston (estadounidense), quienes estuvieron en Buenos Aires sin que mediara ninguna invitación oficial. Shimidzu permaneció en el país por cuestiones de negocios durante un mes, en 1919, e intervino en un certamen especial organizado por el Club Belgrano Athletic donde venció en el cotejo final, en cuatro sets, a Lionel Knight, por entonces en su mejor momento. El arribo de Johnston se produjo en 1918, pero como enviado de la marina de su país tras la Primera Guerra Mundial, y jugó unos pocos encuentros en el Belgrano Athletic.
A partir de esas visitas realizadas por un verdadero azar, no se tuvo en nuestras canchas oportunidad de presenciar la actuación de prominentes tenistas por largo tiempo. Felizmente ocurrió en 1927, aunque no se debió a la falta de preocupación de las autoridades del tenis local, sino que faltaba un ámbito acorde que llegó con la magnífica cancha con tribuna del BALTC, habilitada pero reservada su inauguración por decisión de sus dirigentes a una jornada memorable.
• Brugnon, Borotra y Boussus durante su visita a Buenos Aires.
Gigantes del mundo en el gigante del Sur
Debe decirse que completadas las obras de la "Tribuna Central" del BALTC, hacia octubre, dicha inauguración ofrecía al deporte blanco argentino un estadio cómodo, convertido en el más grande y espacioso de América del Sur. Así lo indicaba sus gradas con capacidad para 3.000 espectadores, vestuarios y dependencias. Un esfuerzo institucional que tuvo un lugar permanente de reconocimiento y presencia en la evolución del tenis argentino.
Las autoridades del BALTC, con el apoyo constante de Horacio Bustos Morón (h), presidente de la AALT, autorizaron al expresidente de la entidad, Dionisio Mongay, para que efectuara las gestiones pertinentes y concretar con el Racing Club de París la presencia de sus integrantes internacionales. La tarea del dirigente obtuvo que tres de los mejores tenistas franceses viajasen al país, los que por una rara coincidencia del destino –como lo señaló un cronista de la época–, tenían la “B” de bueno en la inicial de sus apellidos.
Durante las confrontaciones, el flamante estadio porteño tuvo un aspecto de soberbio coliseo que abrazó al rectángulo de juego. Se vieron partidos del más alto nivel tenístico, con un público amable así como también correcto, que premió las jugadas con exclamaciones apenas contenidas y largas palmadas de aplauso. La presentación del equipo francés sufrió dos postergaciones por la lluvia. Fijada para el viernes 4 de noviembre, ese día y el siguiente se sufrió una permanente precipitación, por lo que el debut pasó para el domingo 6 de noviembre. Las jornadas se sucedieron hasta el día 8. Clubes de Rosario hicieron llegar su interés para una actuación de los tres tenistas galos en esta plaza, pero no pudo concretarse la visita.
El agasajo a los visitantes fue incesante y múltiple, en especial por exponentes de la colectividad francesa. Cabe consignar que en el saludo de los dirigentes del club de Regatas L’Aviron, Borotra obsequió a la institución una copa para ser jugada en la forma que dispusiera la entidad. Una demostración de afecto del tenista que fue muy reconocida por el club lindero al Río de la Plata.
Luego de una cena de gala en el Plaza Hotel, organizada por la AALT, el BALTC les ofreció una comida el 19 de noviembre, que fue la culminación de todas las demostraciones de amistad que recibieron los tres tenistas. Fueron horas deslumbrantes, incluso descartada la intervención del chileno Roberto Conrad y del Nº1 de Brasil, Ricardo Pernambuco, ambos invitados para estos encuentros, lo que hubiera reforzado el carácter de presencia sudamericana. Pero la dilación del comienzo por la lluvia y las obligaciones particulares fueron los motivos de ambos para desistir, si bien la enunciación periodística titulaba al match “América del Sur vs. Racing Club de París”. En definitiva, fue una representación argentina integrada por jugadores de primer nivel: Carlos Morea, Héctor Cattaruzza y Enrique Obarrio.
• La invitación oficial de la Asociación Argentina de Lawn Tennis a los visitantes franceses para la cena de gala en su honor.
“América del Sur vs. Racing Club de París”
El domingo 6 de noviembre de 1927 la lluvia había quedado atrás. Es preciso recurrir a las impresiones del periodista Tulio Palermo, director de la revista Tenis: “Con el agreste fondo de la hermosa arboleda de Palermo, el gran octogonal de cemento presentaba un aspecto magnífico, repleto de una concurrencia variada y suntuosa que colmaba por completo todas las graderías”.
En medio de la ansiedad general, hicieron entrada en la cancha central los primeros tenistas, Jaques Brugnon y Héctor Cattaruzza. Una ovación cerrada los recibió, creándose así el clima para una jornada excluyente que tanto se había esperado. Luego del primer set, favorable al francés, y por otra parte, el brillante desempeño de Cattaruzza, surgieron las esperanzas de que el argentino se reafirmase y continuara desempeñándose con el mismo acierto para acreditarse el segundo. La regularidad de Brugnon fue permanente ya que en ningún momento experimentó quiebras ni altibajos. Desde el comienzo hasta el final mantuvo su acción dominadora y uniforme. Además, prestigiado por su condición de doblista, demostró ser también muy buen singlista. El marcador a su favor fue de 7-5, 6-3 y 6-2. Más tarde, Jean Borotra se midió con Carlos Morea y el resultado fue asombroso: un encuentro para la historia, inolvidable para los privilegiados espectadores, que el francés pudo obtener recién en el quinto set, por 8-10, 9-7, 4-6, 6-3 y 6-1.
• Borotra y Brugnon frente a Boyd y Caminos en el Buenos Aires LTC.
Dominio francés, decorosa actuación argentina
En la segunda presentación del Racing Club de París, el lunes 7 de noviembre, la buena performance de Morea y Cattaruzza de la jornada anterior mantenía la esperanza y el deseo de alguna victoria para nuestros tenistas. Cattaruzza y Enrique Obarrio enfrentaron a Borotra y Boussus. Las alternativas del juego en el primer set alentaron más esas esperanzas. El binomio galo no estuvo acorde a los antecedentes a raíz de la defección de Boussus. Este jugador, desde el punto de vista internacional, no tenía la altura de Borotra. Mostró un servicio discreto aunque lució con potentes tiros desde todos los ángulos. La labor de la pareja argentina tuvo seguridad y firmeza en el juego ofensivo, y a pesar de que Borotra se multiplicó en su acción y superó la impresión de su presentación, venció por 6-3. A partir del segundo set el juego de Boussus fue superándose en todos sus recursos y los tenistas parisienses –quienes habían hecho su aparición en el court central del BALTC luciendo un suéter con colores argentinos, una nota verdaderamente simpática– vencieron, aunque sin declinación de los argentinos y por momentos en lucha reñida, en los tres sets siguientes. El resultado fue de 3-6, 6-2, 6-3 y 7-5.
El volvió a ofrecer, como en los días anteriores, un aspecto brillante el martes. Había un deseo en el público y en los círculos periodísticos allegados al club de ver jugar a Boussus en singles. No hubo inconvenientes por parte de los franceses y el jovencito fue el compañero de Borotra en la última jornada de individuales. Así fue como en reemplazo de Brugnon, Boussus enfrentó a Morea, quien pese a perder el set inicial no desdibujó su buena actuación de la primera sesión. Su lucha fue sostenida y por momentos arrolladora, prueba de esto fue conseguir el segundo set en el que el francés no obtuvo ningún game. Boussus demostró un gran juego de base con rápidas corridas a la red. El resultado final a su favor fue por 6-2, 0-6, 6-4 y 8-6. No quedaron dudas sobre la alta calidad de su tenis.
Borotra y Cattaruzza hicieron su entrada poco después. Como en todos los casos, el aplauso cerrado ratificó el gran clima deportivo que se vivía. Después del apuro ante Morea, Borotra hizo gala de sus aptitudes y ofreció su despliegue como el eximio tenista que era: exhibió un muy buen saque ejecutado con aparente simplicidad y con amplio dominio, es decir con una justeza notable. Ante el asedio constante de su rival contragolpeó con muchos efectos. Cattaruzza procuró en lo posible el envío de pelotas altas y globos. Por lo demás, el visitante maravilló por su contundencia y seguridad. Ese primer set lo ganó el francés por 6-2 y obtuvo los dos siguientes por 6-3 y 7-5. Así ganaron los ases franceses por 5-0.
Al día siguiente concurrieron a la Casa Rosada donde presentaron sus saludos al presidente de la Nación. Lo hicieron en compañía de Horacio Bustos Morón (h) y J. Arístides Ocampo. El Dr. Marcelo T. de Alvear, complacido por esta atención, prometió, en buen idioma francés, estar presente en una próxima reunión deportiva (ver segunda parte).
* Con datos de época del periodista Roberto Andersen.
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Fotos: archivo EP Press / Revista El Gráfico / Tetralogía Historia del Tenis en la Argentina (Andersen/Puppo)